Naciones Unidas
Hoy en día, la Declaración Universal es la piedra angular de un conjunto cada vez más importante de normas de derechos humanos. Se imparten cursos sobre este tema en prácticamente todas las facultades de derecho estadounidenses y en innumerables países.
Los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos respondieron a las atrocidades perpetradas durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, también miraban al futuro y contribuían al conjunto de esfuerzos esperanzadores que buscaban construir un mundo mejor a partir de los restos de las guerras en Europa y el Pacífico.
El tema común de esos grandes esfuerzos -y de la Declaración Universal- era que las naciones y los pueblos de la Tierra compartían intereses comunes y que era posible construir un mundo más pacífico, próspero, mejor educado y decente.
Las Naciones Unidas supervisaron la redacción de la Declaración Universal. La ex primera dama Eleanor Roosevelt presidió el comité de redacción. Sin embargo, el proceso fue un verdadero esfuerzo internacional. Algunos de los actores más importantes procedían de Líbano, China, Francia y Canadá. Los redactores buscaron en las leyes y enseñanzas de muchas tradiciones diferentes para definir el núcleo esencial de los derechos humanos.
Carta de las Naciones Unidas
En 1948, las Naciones Unidas ratificaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. No fue la primera vez que se introdujo el concepto de derechos humanos, ni siquiera la primera vez que apareció el término, pero fue el primer acuerdo mundial sobre lo que significan los derechos humanos. Los derechos humanos nunca deben depender de la raza, el género, la clase social, la sexualidad, las capacidades, la religión o cualquier otra parte de la identidad de una persona. Nadie se “gana” los derechos humanos; se nace con ellos intactos. Con la DUDH, los principales líderes del mundo acordaron que los derechos humanos eran universales. He aquí diez ejemplos de derechos humanos:
Este derecho significa que nadie -incluidos los individuos y el gobierno- puede matarte. Como es responsabilidad del gobierno proteger los derechos humanos, debe crear leyes que salvaguarden la vida humana y te protejan si tu vida está en peligro. El derecho a la vida se invoca a menudo en los debates sobre la guerra, la brutalidad policial, la pena capital y la autodefensa.
Este derecho es uno de los derechos “negativos” de la DUDH, que significa estar libre de algo. Establece que nadie debe ser sometido a “torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. Esto se aplica a la experimentación médica y científica, lo que significa que nadie debe ser sometido a ella sin consentimiento. La DUDH dice específicamente que el gobierno tiene que proteger a las personas con discapacidad porque corren un mayor riesgo de sufrir tratos degradantes.
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Los derechos humanos son universales e inalienables; indivisibles; interdependientes e interrelacionados. Son universales porque todas las personas nacen con los mismos derechos y los poseen, independientemente del lugar donde vivan, de su sexo o raza, o de su origen religioso, cultural o étnico. Inalienables porque los derechos de las personas nunca pueden ser retirados. Indivisibles e interdependientes porque todos los derechos -políticos, civiles, sociales, culturales y económicos- tienen la misma importancia y ninguno puede disfrutarse plenamente sin los demás. Se aplican a todos por igual, y todos tienen derecho a participar en las decisiones que afectan a sus vidas. Se mantienen gracias al Estado de Derecho y se refuerzan mediante la exigencia legítima de que los titulares de obligaciones rindan cuentas ante las normas internacionales.
Universalidad e inalienabilidad: Los derechos humanos son universales e inalienables. Todas las personas en cualquier parte del mundo tienen derecho a ellos. La universalidad de los derechos humanos se recoge en las palabras del artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Artículo 10 de la directiva europea
Los traumáticos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial pusieron de manifiesto que los derechos humanos no siempre se respetan universalmente. El exterminio de casi 17 millones de personas durante el Holocausto, incluidos 6 millones de judíos, horrorizó al mundo entero. Después de la guerra, los gobiernos de todo el mundo hicieron un esfuerzo concertado para fomentar la paz internacional y prevenir los conflictos. El resultado fue la creación de las Naciones Unidas en junio de 1945.
En 1948, los representantes de los 50 Estados miembros de las Naciones Unidas se reunieron bajo la dirección de Eleanor Roosevelt (Primera Dama de los Estados Unidos 1933-1945) para elaborar una lista de todos los derechos humanos de los que deberían disfrutar todas las personas del mundo.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas anunció la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH): 30 derechos y libertades que nos pertenecen a todos. Siete décadas después, los derechos que incluían siguen siendo la base de toda la legislación internacional sobre derechos humanos.
Eleanor Roosevelt estuvo muy implicada en la defensa de los derechos civiles y el activismo social. Fue nombrada presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que redactó la DUDH. En el décimo aniversario de la DUDH, Eleanor pronunció un discurso en las Naciones Unidas titulado “¿Dónde empiezan los derechos humanos?”. Parte de su discurso se ha hecho famoso por captar la razón por la que los derechos humanos son para cada uno de nosotros, en todas las partes de nuestra vida cotidiana: