Existe vida en el universo

La vida en el universo

Este “laboratorio en un chip” es un dispositivo miniaturizado que toma una muestra de líquido e incorpora uno o más análisis que normalmente sólo se realizan en un laboratorio, dijo el profesor asociado de ingeniería mecánica de la U, Jungkyu (Jay) Kim.

“Podemos identificar de forma autónoma una gran variedad de compuestos biológicos y químicos utilizando nuestro chip de laboratorio con un volumen de nanolitros (una mil millonésima parte de un litro)”, dijo. “Por eso esta tecnología es ideal para buscar firmas de vida más allá de la Tierra y para controlar la salud de los astronautas”.

Para probar el dispositivo, Kim, su estudiante de posgrado, Zachary Estlack, y el estudiante de posgrado de la Universidad de California en Berkeley, Matin Golozar, viajaron a Fort Lauderdale, Florida, en mayo y realizaron experimentos con Cero-G en su Boeing 727, similar al infame “Cometa Vómito” de la NASA, que puede simular la ingravidez siguiendo una trayectoria de vuelo parabólica.

“Crecí queriendo trabajar para o con la NASA, así que ésta ha sido una oportunidad muy satisfactoria”, dijo Estlack. “Siento que este es un proyecto que está preparando mi futura carrera en muchos sentidos, y es emocionante formar parte del futuro de la exploración espacial, aunque sea en una pequeña medida”.

¿Hay vida en otros lugares del universo?

Los exoplanetas, o planetas en sistemas solares distintos del nuestro, a veces orbitan directamente entre la Tierra y su estrella anfitriona. Cuando el planeta orbita frente a su estrella, bloquea una pequeña cantidad de luz. Los científicos del CfA utilizan los telescopios espaciales TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) y Kepler, así como los telescopios robóticos terrestres del proyecto MEarth, para buscar huecos en la luz de las estrellas. Este método de “tránsito” para la búsqueda de planetas ha revelado miles de exoplanetas.

Durante el tránsito, la atmósfera del planeta absorbe una pequeña cantidad de luz estelar, lo que proporciona pistas sobre la composición química de la atmósfera. Un telescopio masivo y tecnológicamente avanzado es crucial para detectar la composición de la atmósfera de un planeta similar a la Tierra, incluyendo las sutiles firmas químicas que se espera que produzca la vida.

Gracias a los telescopios de nueva generación, como el proyectado Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), nos estamos acercando a un punto en nuestra capacidad de observación que puede permitirnos hacer descubrimientos antes impensables. Uno de estos avances es la detección de vida en un planeta lejano, a años luz de la Tierra.

¿Estamos solos en el Universo? BBC

La vida extraterrestre, coloquialmente llamada vida alienígena, es la vida que puede darse fuera de la Tierra y que no se originó en ella. Todavía no se ha detectado ninguna vida extraterrestre de forma concluyente, aunque se está trabajando en ello. Dicha vida podría abarcar desde formas sencillas como los procariotas hasta seres inteligentes, pudiendo dar lugar a civilizaciones mucho más avanzadas que la humana[1][2][3] La ecuación de Drake especula sobre la existencia de vida sapiente en otros lugares del universo. La ciencia de la vida extraterrestre en todas sus formas se conoce como astrobiología, el campo multidisciplinar que investiga las condiciones deterministas y los eventos contingentes con los que la vida surge, se distribuye y evoluciona en el universo[4].

Las especulaciones sobre la posibilidad de “mundos” habitados fuera del planeta Tierra se remontan a la antigüedad. Numerosos escritores de los primeros tiempos de la cristiandad discutieron la idea de una “pluralidad de mundos” propuesta por pensadores anteriores como Demócrito; Agustín hace referencia a la idea de Epicuro de innumerables mundos “a través de la inmensidad ilimitada del espacio” (expresada originalmente en su Carta a Heródoto) en La Ciudad de Dios[5]. [En su poema del siglo I De rerum natura (Libro 2:1048-1076), el filósofo epicúreo Lucrecio predijo que encontraríamos innumerables exoplanetas con formas de vida similares y diferentes a las de la Tierra, e incluso otras razas de hombres.

¿Necesita la vida un multiverso para existir?

Universidad de PrincetonUna de las características de las investigaciones científicas emprendidas con motivo del Año Geofísico Internacional (IGY) en 1957-1958 fue el énfasis en las mediciones globales. Los estudios de la ionosfera de la Tierra, por ejemplo, cruciales para la teoría de la radiocomunicación de onda corta, requerían datos de todo el mundo. Los estudios internacionales coordinados son, sin duda, anteriores al IGY, pero el uso de la recopilación de datos globalizados para apoyar las mejoras en una tecnología de comunicaciones que abarca todo el mundo fue un precursor de la “globalización” actual, un término que ahora, 50 años después, es casi un cliché.

Pero el IGY requería un contexto aún más amplio. Los estudios de la alta atmósfera también necesitaban una comprensión de la interacción de la Tierra con el Sol. Entender la Tierra requería situarla en el contexto del sistema solar. En este sentido, el IGY también puede verse como un presagio de lo que ahora se llama “astrobiología”. En 1974, poco después de los alunizajes, Carl Sagan afirmó que por primera vez podíamos intentar comprender la vida en la Tierra en su contexto cósmico. Los viajes espaciales revelaron que esto no era sólo una metáfora, sino que era literalmente cierto: sólo podíamos esperar entender el origen y la evolución de la vida en la Tierra situando a ésta en el contexto de su sistema solar y sus entornos galácticos. Además, nuestra comprensión de las perspectivas de la vida en otros lugares está, a su vez, fuertemente determinada por nuestro creciente conocimiento de la vida en la Tierra.

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