Qué es la historia total
Junto con un número cada vez mayor de conversos a este campo, todos estos historiadores comparten su visión de que sería nada menos que una abnegación complaciente de las responsabilidades políticas y morales de los historiadores profesionales en esta profunda coyuntura en el tiempo no hacer espacio y asignar recursos para el estudio académico de las experiencias pasadas de las sociedades, las comunidades locales y los individuos cuando se enredaron (a menudo involuntariamente) en unidades regionales, nacionales, imperiales y globales más grandes de operación, adaptación e interacción. Para los historiadores, el reto de nuestro tiempo consiste en descubrir y analizar lo que puede haber en los registros para ayudarnos a todos a entender las largas historias de resultados tanto benignos como malignos de los múltiples tipos y grados de interdependencia que ahora conducen a un ritmo cada vez más acelerado hacia un mundo cada vez más conectado. (2)
El problema ha sido durante mucho tiempo cómo persuadir a los ocupados historiadores obsesionados (como la mayoría de nosotros) con la erudición, el detalle y el contexto, para que respondan a los inevitables y múltiples retos que plantea la globalización moderna. Hopkins y su equipo han procedido a explicar las interacciones entre lo local (donde trabajan) y lo universal, lo que consideran significativo porque como historiadores reconocen que la globalización nunca ha sido (salvo en sentidos superficiales) un proceso de convergencia, y mucho menos de homogeneización. Ha implicado invariablemente diversas adaptaciones y asimilaciones a las conquistas extranjeras, las conversiones religiosas, las nuevas tecnologías, los forasteros que vienen de lejos y las mercancías importadas desde más allá de los límites de las sociedades locales.
Reformar los mejores resultados
El primer documento postal conocido, encontrado en Egipto, data del año 255 a.C. Pero incluso antes de esa fecha ya existían servicios postales en casi todos los continentes en forma de mensajeros al servicio de reyes y emperadores. Con el tiempo, las órdenes religiosas y las universidades añadieron sus propios sistemas de envío de mensajes para intercambiar noticias e información. Se instalaron estaciones de retransmisión a lo largo de las rutas de los mensajeros para acelerar la entrega a largas distancias. Durante los siglos XVII y XVIII, el intercambio de correo entre países se regía en gran medida por acuerdos postales bilaterales. Pero en el siglo XIX, el entramado de acuerdos bilaterales se había vuelto tan complejo que empezó a obstaculizar el rápido desarrollo de los sectores comercial y mercantil. Era necesario poner orden y simplificar los servicios postales internacionales.
El proceso se inició con las reformas postales nacionales. La reforma más notable se produjo en Inglaterra en 1840, cuando Sir Rowland Hill introdujo un sistema por el que el franqueo de las cartas debía ser prepagado. Además, se aplicaron tarifas uniformes a todas las cartas de un determinado peso en el servicio nacional, independientemente de la distancia recorrida. A Sir Rowland Hill también se le atribuye la introducción del primer sello de correos del mundo.En 1863, el Director General de Correos de Estados Unidos, Montgomery Blair, convocó una conferencia en París. Los delegados de 15 países europeos y americanos se reunieron y lograron establecer una serie de principios generales para acuerdos mutuos. Pero el alcance de sus decisiones fue limitado y no pudieron llegar a un acuerdo postal internacional.
Reformadores sociales de la India
En la actualidad, rara vez se recurre a las competencias profesionales del historiador cuando se formulan políticas sanitarias. Hay numerosas razones para ello, una de las cuales es el deseo natural de los responsables de la toma de decisiones de romper con el pasado al promulgar un cambio político de gran envergadura. Este artículo identifica los puntos fuertes que los historiadores profesionales aportan a la elaboración de políticas utilizando como ejemplo el establecimiento y posterior reforma de la cobertura sanitaria universal. Los historiadores proporcionan un contexto pertinente e históricamente informado; aíslan las fuerzas que han permitido históricamente una gran reforma; y separan las reformas verdaderamente novedosas de las que se intentaron o aplicaron en el pasado. Además, el uso de fuentes primarias por parte del historiador permite que hechos potencialmente nuevos y muy destacados guíen el encuadre del problema político y su solución. Este artículo sostiene que los historiadores son fundamentales para construir una narrativa viable del establecimiento y la evolución de las políticas de cobertura sanitaria universal. La falta de esta narrativa dificulta una evaluación precisa de las deficiencias sistémicas en la cobertura y el acceso, y el diseño o rediseño de la cobertura sanitaria universal que puede cerrar con éxito estas deficiencias.
Movimiento reformista 1800
La campaña a favor de algún tipo de asistencia sanitaria universal financiada por el gobierno se ha prolongado durante casi un siglo en EE.UU. En varias ocasiones, los defensores creyeron estar a punto de triunfar; sin embargo, cada vez se enfrentaron a la derrota. La evolución de estos esfuerzos y las razones de su fracaso constituyen una interesante lección de historia, ideología y carácter estadounidense.
Otros países desarrollados han tenido alguna forma de seguro social (que más tarde evolucionó hasta convertirse en un seguro nacional) durante casi el mismo tiempo que EE.UU. ha estado tratando de conseguirlo. Algunos países europeos empezaron con un seguro de enfermedad obligatorio, uno de los primeros sistemas, para los trabajadores, comenzando en Alemania en 1883; otros países, como Austria, Hungría, Noruega, Gran Bretaña, Rusia y los Países Bajos, siguieron hasta 1912. Otros países europeos, como Suecia en 1891, Dinamarca en 1892, Francia en 1910 y Suiza en 1912, subvencionaron las mutualidades que los trabajadores formaban entre sí. Así que, durante mucho tiempo, otros países han tenido alguna forma de asistencia sanitaria universal o, al menos, los inicios de la misma. La razón principal de la aparición de estos programas en Europa fue la estabilización de los ingresos y la protección contra la pérdida de salario por enfermedad, más que el pago de los gastos médicos, que vino después. Los programas no eran universales al principio y fueron concebidos originalmente como un medio para mantener los ingresos y comprar la lealtad política de los trabajadores.