La muerte de Miguel de unamuno
ES EL 12 de octubre de 1936 -el día de la Hispanidad- y la plana mayor de España está reunida en el aula magna de la Universidad de Salamanca -a menos de cien metros del cuartel general de Franco- para escuchar a su decano, de 72 años, pronunciar su discurso de la Fiesta Nacional.
La sala está repleta de fascistas de camisa azul y eminentes profesores sentados en divanes cubiertos de carmesí, con batas de seda y birretes rematados con borlas en rojo, amarillo, azul claro y azul oscuro, que denotan Derecho, Medicina, Letras y Ciencias.
Sus ideas políticas ya le habían puesto en aprietos en 1924, cuando el dictador general Miguel Primo de Rivera derrocó al gobierno y Unamuno publicó artículos criticando al nuevo régimen.
Su castigo fue el exilio a Fuerteventura, en las Islas Canarias -la Isla del Viento en la nueva película de Manuel Menchón, que se proyecta en los cines españoles este otoño-, donde permaneció hasta el derrocamiento del dictador.
En 1936, las profundas divisiones políticas y sociales de España se habían convertido en un conflicto total. Unamuno había apoyado inicialmente el levantamiento militar de Franco en julio. Pero tres meses después, se sintió asqueado por la matanza que había desencadenado.
Filosofía de Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno y Jugo (29 de septiembre de 1864 – 31 de diciembre de 1936) fue un ensayista, novelista, poeta, dramaturgo y filósofo español, catedrático de Griego y Clásicos, y posteriormente rector de la Universidad de Salamanca.
Miguel de Unamuno nació en Bilbao, ciudad portuaria del País Vasco, España, hijo de Félix de Unamuno y Salomé Jugo[5] De joven se interesó por el euskera, que sabía hablar, y compitió por una plaza de profesor en el Instituto de Bilbao contra Sabino Arana. El concurso lo ganó finalmente la erudita vasca Resurrección María de Azkue[6].
Unamuno hubiera preferido ser catedrático de filosofía, pero no pudo conseguir un nombramiento académico; la filosofía en España estaba algo politizada. En su lugar, se convirtió en profesor de griego [cita requerida].
En 1901 Unamuno dio su conocida conferencia sobre la inviabilidad científica y literaria del vasco. Según Azurmendi, Unamuno se puso en contra del euskera una vez que sus opiniones políticas cambiaron como resultado de su reflexión sobre España[8].
Abel sánchez: la historia
La universidad está formada por 9 campus docentes y administrativos en Ávila, Zamora, Béjar y Salamanca. Por tanto, se caracteriza por su amplia dispersión geográfica. En la ciudad de Salamanca, los centros docentes se agrupan en seis campus: el Campus Histórico, el Campus de Ciencias, el Campus de Canalejas, el Campus Miguel de Unamuno (Campus de Bio(salud/Ciencias? y Campus de FES-Derecho), el Campus Ciudad Jardín y el Campus Villamayor.
La Universidad de Salamanca es de tamaño medio con 26.746 alumnos matriculados en el primer y segundo ciclo del curso 2006/07 y 26.828 en el curso 2007/2008, (en decimonovena posición entre las universidades públicas (UUPP) según la publicación de la CRUE, La Universidad Española en Cifras 2008). Si a esta cifra se le suma el número de alumnos matriculados en, másteres universitarios, programas de doctorado y ampliación de estudios, la cifra supera los 30.000 alumnos.
Desde el punto de vista de la oferta, las conclusiones son similares, la facultad de Humanidades ofrece el 77% de los cursos contenidos en el catálogo de la rama (al mismo nivel que la UCM y sólo por detrás de la UAB y la UB) (Fuente: La Universidad Española en Cifras 2008).
Miguel de unamuno resumen
Exiliado hasta 1930, vuelve a Salamanca como rector hasta 1936. Discutiendo con el general nacionalista Millán Astray, es destituido de su cargo universitario y sometido a arresto domiciliario. Unamuno murió diez semanas después.
En contra de lo que se cree, los guardias rojos nunca asaltaron el Palacio de Invierno. Se limitaron a entrar sin oposición por las puertas y trepar por las ventanas. Muchos se dirigieron directamente a las legendarias bodegas, las más lujosas de la historia. Cada nuevo destacamento de la Guardia Roja enviado para evitar el saqueo fue a emborracharse a su vez.