Primer, segundo y tercer cine
Kyoko Kitamura (Voz) Nate Wooley (Trompeta) Carl Maguire (Fender Rhodes) Ursel Schlicht (Piano) Kenta Nagai (Guitarra eléctrica sin cuerdas) Joel Harrison (Guitarra eléctrica) Khabu Young (Guitarra eléctrica barítono) David Simons (Theremin/Percusión) Andrew Drury (Percusión) Danny Tunick (Batería) Harvey Wirht (Batería)
Daniel Binelli (Bandoneón) Elliott Sharp (Guitarra eléctrica) Taylor Ho Bynum (Corneta) Stephanie Griffin (Viola) Carl Maguire (Fender Rhodes) Ursel Schlicht (Piano) Ken Filiano (Contrabajo) Danny Tunick (Vibráfono) David Simons (Instrumentos Gamelan) Matt Bauder (Clarinetes) Raul Jaurena (Bandoneón)
Joe Lovano (Saxofón Tenor, Solista Invitado) Phil Woods (Saxofón Alto, Solista Invitado) Jon Faddis (Trompeta, Solista Invitado) Greg Beyer (Berimbau, Invitado Especial) Mike Migliore (Saxofón Alto) Ben Kono (Saxofón Alto) Jon Gordon (Saxofón Alto) Lawrence Feldman (Saxofón Alto) Jay Brandford (Saxofón Alto) Tom Christensen (Saxofón Tenor) Rob Middleton (Saxofón Tenor) Charles Pillow (Saxofón Tenor) Ed Xiques (Saxofón Barítono) Laurie Frink (Trompeta) Ron Tooley (Trompeta) Craig Johnson (Trompeta) John Eckert (Trompeta) Dave Ballou (Trompeta) Greg Gisbert (Trompeta) Tony Kadleck (Trompeta) Tom Goehring (Trompeta) Ed Neumeister (Trombón) Mark Patterson (Trombón) Jason Jackson (Trombón) Peter McGuinness (Trombón) Tim Sessions (Trombón) Jim Pugh (Trombón) Nathan Durham (Trombón Bajo) Jeff Nelson (Trombón Bajo) Ted Rosenthal (Piano) Andy Eulau (Contrabajo) Dick Sarpola (Contrabajo) Scott Newmann (Batería) Terry Clarke (Batería) John Hollenbeck (Batería)
La hora de los hornos letterboxd
La Hora de los Hornos (1968) irrumpió en la escena internacional en una coyuntura caracterizada por la consolidación del Nuevo Cine Latinoamericano, la emergencia de los nuevos cines africanos y el auge de un cine europeo militante que acompañaba el clima de agitación cinematográfica en todo el mundo tras los sucesos de mayo de 1968. Fue también una época de gran visibilidad para el «tercermundismo» cinematográfico y la Teoría del Tercer Cine, una tendencia de los años sesenta, un cine de inventiva formal y efervescencia política en el que la forma era también una cuestión extraestética y en el que se esperaba que el cine y las películas tuvieran el efecto de cambiar el mundo. Aunque La Hora de los Hornos pudo comunicarse con esa escena mundial, el sentido y la orientación de la película se asociaron principalmente a la situación argentina, en la que pretendía intervenir.
En 1965 Fernando Solanas y Octavio Getino comenzaron a trabajar juntos en un documental que diera testimonio de la realidad argentina. Emprendieron un proceso de recopilación de material de archivo -noticiarios- y de grabación de testimonios de militantes de la llamada Resistencia Peronista (período de luchas populares que comenzó con la caída de Perón en 1955), de intelectuales y de dirigentes universitarios. Esta búsqueda hizo que los cineastas recorrieran todo el país y se reflejó en el subtítulo de la película, «Apuntes y testimonios sobre neocolonialismo, violencia y liberación».
Cine militante
La hora de los hornos es una película argentina de 1968 dirigida por Octavio Getino y Fernando Solanas. Paradigma del cine militante revolucionario»,[1] aborda la política del cine tercermundista y del manifiesto latinoamericano de finales de los años sesenta. Es una pieza clave del «Tercer Cine», movimiento que surgió en América Latina en la misma época en que se estrenó la película. La obra es una trilogía de cuatro horas, dividida en capítulos y unida por el tema de la dependencia y la liberación. La primera parte – «Neocolonialismo y violencia»- está concebida para su difusión en todo tipo de circuitos, y es la que se presentó en Cannes Classics.
En 1965, Fernando Solanas y Octavio Getino empezaron a colaborar en un documental que sirviera de testimonio de la realidad argentina. Comenzaron a reunir material de archivo -noticiarios- y testimonios de resistentes peronistas, intelectuales y dirigentes universitarios. La búsqueda de los cineastas les llevó por todo el país, como demuestra el subtítulo de la película: «Apuntes y testimonios sobre neocolonialismo, violencia y liberación».
Hacia un tercer resumen cinematográfico
¿Qué Diablo? ¿La Sinfónica de Omaha interpreta «Conga-Line In Hell»? ¿Eh? Las respuestas a estas preguntas y a otras más nos esperan en el próximo concierto de la Sinfónica Joslyn. El título es del compositor uruguayo Miguel del Águila, que escribió la pieza en 1994, evidentemente para divertirse. Es inevitable que parezca grotesca y salvaje porque, dado el lugar en el que se encuentran los bailarines, «no tienen ninguna razón para contenerse», dice el anotador del programa Paul Schiavo.
En cuanto a lo que este tema hace aquí, algo de Franz Schubert puede incitarlo. Se trata de la obertura de la espeluznante ópera Des Teufels Lustschloss («El castillo del placer de los demonios»), que trata de unos jóvenes novios atrapados en un lugar embrujado donde una tentadora intenta clavar sus garras en el joven. La música puede llegar a ser bastante intensa. No es de extrañar.
Se subtitula «Algo viejo, algo nuevo, algo prestado…». Otra composición antigua es de J. S. Bach, la sinfonía de su Cantata nº 18 «Así como la lluvia y la nieve caen del cielo». ¿Entiendes? El frío de arriba contrasta con el calor de abajo. «Una belleza profunda y sorprendente», comenta Schiavo.